miércoles, 29 de junio de 2016

Biomagnetismo crisis curativas

BIOMAGNETISMO CRISIS CURATIVAS

La crisis curativa es una reacción aguda que resulta de la preponderancia de las fuerzas
curativas de la naturaleza sobre las manifestaciones de la enfermedad. De ésta crisis sigue la
recuperación de la salud y, por tanto, es un evento en conformidad con el principio constructivo
de la Naturaleza.

La crisis curativa es un esfuerzo laborioso de cada uno de los órganos del cuerpo para eliminar
productos de desecho y facilitar el camino hacia la regeneración. Esta crisis ocurre de acuerdo
con la Ley de Curación de Hering que dice:
“La mejora y la curación se producen de adentro hacia fuera. Los síntomas desaparecen desde
arriba hacia abajo. Las molestias van desde un órgano importante a otro menos importante. Los
síntomas desaparecen en el orden inverso a su aparición”.
Cualquier evento que ocurra en el organismo, sea favorable o desfavorable, está controlado por
Leyes Naturales La experiencia de pasar por una crisis curativa se parece mucho a los estados críticos de la
enfermedad, puesto que se volverán a experimentar los síntomas del mal que aquejan al
paciente, pero hay una diferencia muy importante: la eliminación. En la crisis curativa la
eliminación es perfecta. La defecación es natural. Todos los órganos de eliminación están
cumpliendo con su función de forma normal. En los estados críticos de la enfermedad, en
cambio, los procesos de eliminación cesan o son insatisfactorios, lo que complica aún más el
estado patológico del paciente. En la crisis curativa los procesos de eliminación se aceleran
debido a la abundancia de energía vital recuperada. Todas las secreciones y otras formas de
desechos acumulados en el organismo se disuelven y fluyen libremente, y así se establece un
proceso de limpieza general y purificación.
La crisis puede presentarse sin aviso, pero generalmente se puede anticipar su cercanía por que
el paciente comienza a decir que ya se siente muy bien. Es por esto que se dice que “la crisis
curativa es una bendición disfrazada como agudización de la enfermedad”.
La crisis curativa, por lo general, dura unos tres días y se inicia con ligero dolor o incomodidad
que puede llegar a tornarse más severo hasta que se haya alcanzado el punto de completa
expulsión. A veces se presentan fiebres altas. Después de este punto los dolores disminuyen en
intensidad. Si la energía del paciente es poca, la crisis puede durar una semana o más. Cuanta
más vitalidad y fortaleza tenga el paciente, más profundamente afectado estará por la crisis.

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