EMOCIONES – EMOTIVIDAD EXCESIVA o DESCONTROLADA
Definición: La emotividad es la capacidad de los humanos para generar emociones (respuesta del cuerpo a unos estímulos). A menudo se confunde sensibilidad con emotividad. La sensibilidad es la capacidad de captar estímulos externos (también los emocionales). Una gran sensibilidad implica captar muchas cosas (que no interpretarlas) una gran emotividad implica una gran reacción emocional a lo que captamos (aunque sea poco lo que captamos). Una persona por lo tanto puede ser muy emotiva y poco sensible, o muy sensible y poco emotiva aunque suele haber una correlación entre más sensibilidad y más emotividad.
Técnico: Conflicto de problemas no resueltos.
Sentido biológico: Las emociones son la respuesta biológica a ciertos estímulos. Si la emotividad es muy elevada implica que ese mensaje tiene más importancia para nosotros. Es una subida de volumen.
Conflicto: El conflicto se da en una emotividad exagerada cuando las emociones nos secuestran fácilmente. Eso es síntoma de un exceso de sistema simpático y por lo tanto una facilidad para entrar en simpaticotonía o fase de conflicto activo. Mucha emotividad suele ir ligado a: Problemas antiguos no resueltos.
Si utilizamos la emotividad para hacernos las víctimas (algo extremadamente común) y falsear lo que nos pasa o lo que sentimos nunca llegaremos a esas emociones ocultas que intentamos olvidar a la fuerza y que pretenden volver. Debemos dejar que afloren y solucionarlas. Los problemas de la infancia, de amor, abandono, abusos, gritos, traumas... a todo eso se le debe permitir aflorar y ser analizado. Por otra parte, la hiperemotividad es un síntoma de que reaccionamos emocionalmente a los conflictos y será más difícil que la energía se estanque en un órgano y se genere una “enfermedad”.
Definición: La emotividad es la capacidad de los humanos para generar emociones (respuesta del cuerpo a unos estímulos). A menudo se confunde sensibilidad con emotividad. La sensibilidad es la capacidad de captar estímulos externos (también los emocionales). Una gran sensibilidad implica captar muchas cosas (que no interpretarlas) una gran emotividad implica una gran reacción emocional a lo que captamos (aunque sea poco lo que captamos). Una persona por lo tanto puede ser muy emotiva y poco sensible, o muy sensible y poco emotiva aunque suele haber una correlación entre más sensibilidad y más emotividad.
Técnico: Conflicto de problemas no resueltos.
Sentido biológico: Las emociones son la respuesta biológica a ciertos estímulos. Si la emotividad es muy elevada implica que ese mensaje tiene más importancia para nosotros. Es una subida de volumen.
Conflicto: El conflicto se da en una emotividad exagerada cuando las emociones nos secuestran fácilmente. Eso es síntoma de un exceso de sistema simpático y por lo tanto una facilidad para entrar en simpaticotonía o fase de conflicto activo. Mucha emotividad suele ir ligado a: Problemas antiguos no resueltos.
Si utilizamos la emotividad para hacernos las víctimas (algo extremadamente común) y falsear lo que nos pasa o lo que sentimos nunca llegaremos a esas emociones ocultas que intentamos olvidar a la fuerza y que pretenden volver. Debemos dejar que afloren y solucionarlas. Los problemas de la infancia, de amor, abandono, abusos, gritos, traumas... a todo eso se le debe permitir aflorar y ser analizado. Por otra parte, la hiperemotividad es un síntoma de que reaccionamos emocionalmente a los conflictos y será más difícil que la energía se estanque en un órgano y se genere una “enfermedad”.
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