La Metafora de la Enfermedad.
 |
La Metáfora de la Enfermedad |
En la creencia religiosa más difundida en nuestra cultura uno nace con el pecado original, pecado que uno no se puede quitar por sí mismo, aparece entonces la Iglesia como un poder, y a través de un representante de ella nos libera y se nos quita el pecado original. Desde ese momento se nos signa con la maldición del NO PODER. No poder hacer uno las cosas más vitales, siempre y ante las dificultades de nuestro destino tiene que llegar un poder, casi siempre institucionalizado, a liberarnos de los peligros de un mundo que nos acecha y que está fuera de nosotros, que nos invade, y que nos causa males y dolores. Le tememos al mundo, pero a pesar de eso nos dicen que lo cuidemos, que no lo destruyamos, es un contrasentido, y es una de las causas por las que la ecología no pega.
El ser humano va por la vida con el sello indeleble para que no se le reconozcan sus capacidades o sus potencialidades, todos nos convertimos en pacientes, pasivos, y cada vez nuestra cultura nos torna más incapaces.
Antes, por ejemplo, el niño aprendía sus primeras letras de la mano de la abuela, o de la tía o de sus padres, ahora la presión se dirige a llevar al chico desde muy pequeño al jardín escolar. A esa edad lo toma el poder de la educación, el poder de la enseñanza que lo va aconductando para ponerlo a su servicio y para que él repita una lección muy bien aprendida. El autoaprendizaje ya sólo se acepta si es dirigido por un vídeo, de eso ya hay bastantes ejemplos en la calle.